jueves, 22 de marzo de 2012

sábado, 17 de marzo de 2012

Ciencia/arte, lo que existe y lo que existimos.




Creo que la  reflexión sobre los puntos comunes entre la ciencia y el arte  tiene mucho que ver con la pregunta sobre lo "existente" y lo "no existente".

Hace un año más o menos (31 de enero del 2011) se publicó en el apartado del periódico La Jornada, un artículo realmente extraño sobre cómo la pesa original con la que el mundo había determinado la definición exacta de un kilo, había perdido peso. 

"Cada año, tres hombres descienden hasta el sótano donde se encuentra el kilogramo, abren el portón y comprueban que sigue intacto. [...] Sólo en tres ocasiones se ha sacado al kilo de su cámara. Fue para comprobar que su peso seguía siendo el mismo. Los resultados de los dos últimos pesajes, en 1946 y 1989, arrojaron un resultado inquietante: el kilo  había adelgazado unos  0, 00005 gramos."

El kilo original ha perdido aproximadamente el peso de un grano de arena.

"En 2015, la capital francesa acogerá la próxima conferencia internacional sobre pesos y medidas. Hasta esa fecha se han propuesto los científicos contar con un nuevo kilo de referencia, que en el futuro no debe volver a ser un objeto. “Con los cuerpos físicos surge el problema de que no sabemos lo resistentes que son realmente”, indica Mecke (Instituto Físico-Técnico Federal alemán)." (DW, ciencia)

Una historia similar pasó con el metro. Él por ejemplo  había sido definido como la diezmillonésima parte de la distancia que separa al polo norte de la línea del ecuador terrestre. En otras palabras, el metro originalmente era una fracción de meridiano (otra quimera). Una vez establecido, fue fundida su representación física en una barra de platino e iridio (misma composición que la del peso original) y atesorado en algún sótano.

El punto de coincidencia entre estas dos medidas es que ambas son la representación de una idea hecha objeto. Entonces aquí cabe preguntar si realmente lo que existe son los objetos o la idea que cargan con ellos. Sería estúpido pensar que por no tener un soporte físico, una idea no puede existir. En última instancia el soporte ( obviamente no físico)  de una idea sería la palabra.

Es cierto que la distancia entre un objeto y la palabra que lo nombra es tremendamente abismal. También es cierto que la palabra es el mejor ejemplo de que todo lo que ha construido el hombre han sido y no pueden más, que ser castillos de naipes en el aire. No obstante creemos en ese sistema porque en algún nivel primitivo, nos permite aprehender al mundo. Así Descartes al preguntarse sobre su propia existencia llegó a la conclusión de que el mero hecho de dudar sobre ella, era lo que la hacía existir.




En otras palabras se podría decir que por medio del lenguaje Descartes comprobó que éste existía. 
En mi opinión esa es precisamente la clave para explicar lo existente. En primer lugar se crea un sistema que posteriormente dará cabida a su propia justificación. En éste sentido resulta interesante revisar casos como los de Gaspar Hauser (de Herzog), L'enfant sauvauge (Truffaut) o bien Ciudad de cristal (P. Auster). En L'enfant sauvage por ejemplo, la premisa parece ser invariablemente la misma: lo que hace que un hombre sea una persona es precisamente el dominio de la palabra. 

"Persona", "âme","Bon sauvage", son  términos alrededor de los cuales la vieja Europa se enfrentaba, en la época posterior al descubrimiento de América, con lo desconocido. La controversia a la hora de definir si los "descubiertos" eran almados o no, es decir, si los "salvajes americanos" podían compartir de la misma condición humana por la que con sangre sudor y lágrimas los europeos habían proclamado su libertad, recaía en que no hablando el mismo cristiano idioma que los primeros, los segundos no tenían legitimidad espiritual ni mucho menos podían ser de la misma especie que los primeros. 

De ahí es importante mencionar que a lo existente lo determinan las lenguas y que siendo distintas las unas de las otras, lo exitente puede ser invariablemente infinito.

Supongamos por ejemplo que el ser humano no tiene la palabra porque aún no la ha inventado, o bien que en otro universo tiene una forma de comunicación que es totalmente ajena a la palabra. Cómo se tratará de una especie sobreviviente a su entorno se podrá deducir que de entre muchas armas, la comunicación que le permitió interactuar con sus "iguales" le habrá permitido no sólo la sobreviviencia sino la convivencia. Luego entonces es posible suponer que el lenguaje tomará una ruta alejada de su primer objetivo, persistiendo en su refinamiento y en la abstracción, necio por abordar incluso lo inexpresable. 

Pero un lenguaje que se esmera por explicarlo todo, incluso a sí mismo, tiene una contraparte, un sistema que no quiere aprehender al mundo, sino expresarlo: el arte. 





El arte muy a pesar de ser también una palabra, permite ser una gran otra cosa. Es ahí donde se comprueba que lo innombrable es infinitamente más accecible que lo ya nombrado, donde los bordes de las palabras se pierden, incluso donde un objeto ya no es objeto sino un quién sabe qué sin nombre, el arte es el lugar donde es posible creer que una mancha es una mancha, y que si Pollock pintó de tal o cual forma era para probar que la pintura puede, tautológicamente ser una pintura  y nada más. A saber si las palabras podrían permitir tal demostración, no tengo el espiritu lógico como para imaginarlo.






jueves, 8 de marzo de 2012

Proyecto "Think out of the box"

Mi proyecto se llama " Think out of the box".

Fisicamente es una caja de acrílico muy delgado, del tamaño de la franja de mi cara que compende a mis ojos.  La caja está llena de arena hasta la mitad. La parte trasera de la caja estará perforada dos veces, cada perforación permitirá que un propulsor de aire se introduzca discretamente en la caja.

Es una pieza interactiva donde una cámara (todavía no estoy segura de cómo funcionará pero lo deduje del sistema "blink detection" para la gente con parálisis) detectará un par de ojos, (el del espectador que se detenga justamente frente a la caja) y por cada parpadeo que la cámara identifique, un propulsor exhalará una cantidad de aire a presión sobre la arena la cual se estrellará sobre el acrílico(a cada ojo corresponderá un propulsor: ojo izquierdo igual a propulsor izquierdo; ojo derecho  igual a propulsor derecho) . El punto final es que tras muchos,  realmente  muchos parpadeos, la arena acabe lijando el acrílico a tal punto que lo perfore y la arena salga de la caja.

La metáfora a grandes rasgos es que la mirada (la mía, representada por la caja de arena) salga algún día de (mi cabeza, o la caja) para no regresar nunca. También me gusta pensar que una mirada aunque no puede tocar algo, puede herirlo, incluso destruir o en este caso perforar. Pienso que la visión, de todos los sentidos, es la que más alcance tiene hacia la lejanía, y que es el medio desde el cual a partir del exterior se puede construir hacia el interior (y claro que vice versa)

El ciclo es algo así: El espectador ve "mis ojos", estos responden con una mirada de arena que se detiene en el acrílico. Tras muchos parpadeos del espectador, mi mirada rompe sus dimensiones y atañe finalmente al exterior de su contenedor. Dado que la propulsión de aire corresponde al parpadeo del espectador, se puede deducir que su mirada y la mía son lo mismo, él se está mirando a sí mismo mientras que se mira a través de mis ojos.  (espero que esto sea tan claro como lo es en mi cabeza...)

El título que elegí (provisionalmente pero creo que va de la suerte de "Think out of the box") viene de una expresión del inglés que significa pensar distinto, salir del encuadre del lugar común, refiere a palabras como la autenticidad, originalidad etc. 

El proyecto viene de las arenas de Durrell que todavía llevo en la cabeza.

Mi intención era desarrollar éste proyecto durante el semestre. Ahora pienso que es mejor dedicarle el semestre siguiente en el taller de producción, por tiempo y también por presupuestos.

Mientras  he pensado en varios algoritmos para solucionar la pieza, los escaneo en cuanto pueda, y también bocetos (porque sé que no he sido clara).