Físicamente
el proyecto es una simulación del desierto contenida en un par de
binoculares. La pieza es interactiva, en la parte trasera tendrá dos
propulsores
de aire (digamos dos ventiladores, por el momento...) que sumados a la programación y a un sensor infrarrojo, expulsarán una
eyección de aire cada vez que el sensor detecte un parpadeo de la
persona que esté usando a la pieza.
El primer objetivo es crear un espacio visual inmersivo, de ahí la razón de los binoculares, los cuales sirven para ver de lejos y hacia fuera. En este caso el giro de tuerca está en imponer una visión hacia el interior de la propia mirada, y hacerlo de forma microscópica.
El segundo objetivo es que la arena
se estrelle hacia los ojos del espectador sin tocarlo, entre los ojos
del espectador y la arena habrá dos lupas para aumentar la escala de la
arena.
El tercer objetivo es que la mirada del espectador termine por desgastar al paisaje desértico, el cual es una metáfora sobre la mirada, como una especie de puesta en abismo en la que lo intangible se hiere y destruye a sí mismo.